Sin categoría

Hojarascas

Cuando era niña mi mamá pasó por un periodo de experimentación y euforia con el tema de las recetas de repostería; recuerdo que se compró un cuaderno pequeño donde anotaba las recetas que una amiga suya le pasaba pues estaba tomando un curso de repostería basica.

Del momento en el que ella anotaba la receta a que llegara el dia de ejecutarla pasaban días, incluso meses. Ocurrió un día que quería hacer galletas y recordó que tenía una receta anotada en ese cuaderno y se puso manos a la obra, mi mamá no tenía las bases o la técnica de la repostería, no entendía de temperaturas, de precalentar, pero esa receta llegó para quedarse porque no tiene ciencia alguna, no requiere de conocimientos previos y es la clase de recetas que necesitamos experimentar cuando nos adentramos en este mundo de la repostería porque nos ofrece una victoria segura y esto es lo que nos reconforta y da seguridad para seguir experimentando.

Puedes formarlas con tus manos, decorarlas con un tenedor, usar un pequeño vaso o un cortador simple de galletas y aun así serán perfectas, ronden mucho y llevan pocos ingredientes.

INGREDIENTES (Para 50 galletas de 4 cm)

  • 250 g de harina (2 tazas)
  • 125 g de manteca vegetal (1 taza + 2 cucharadas)
  • 25 g de azúcar (2 1/2 cucharadas)
  • 3 cdas. de infusión de canela
  • 10 cm de canela en trozo pasada por la licuadora
  • 1 taza de azúcar para espolvorear

PREPARACIÓN

  1. Coloca en el vaso de la licuadora el trozo de canela un poco troceado con tus manos, da pequeñas pulsaciones para ir triturando la canela, te debe quedar con una textura de pequeñas astillas las cuales vas a pasar por un colador para quedarte con las que son más finas.
  2. Mezcla de 2 a 3 cucharaditas de la canela triturada con una taza de azúcar y reserva.
  3. Pon en una olla pequeña una taza de agua junto con un trozo de unos 4 cm de canela a infusionar a fuego medio hasta que la canela suelte su sabor y color y reserva.
  4. Pon en un tazón la harina junto con la manteca y comienza a integran con tus manos para formar una masa, añade alrededor de 3 cucharadas de infusión de canela y continua amasando hasta que la masa quede tersa y no se pegue a las manos.
  5. Coloca en una superficie de trabajo plana un poco de harina y enseguida estira tu masa hasta dejar de un grosor aproximado de 3 mm, puedes añadir un poco más de harina si notas que la masa lo requiere.
  6. Corta las galletas, levantalas con ayuda de una espátula y colocalas en una charola dejando un poco de espacio entre cada una para evitar que se peguen durante el horneado.
  7. Puedes amasar los sobrantes de masa para volver a formas más galletas.
  8. Lleva a hornear en horno precalentado a 180ºC por 12 – 14 minutos.
  9. Al salir del horno notaras que están blandas, es normal, debes dejarlas en reposo sobre la charola por 10 minutos, notarás que van tomando consistencia, luego estando aún tibias las pasas por el azúcar con canela que habías reservado pues solo estando tibias es como se les pega bien el azúcar.
Sin categoría

Galletas con chispas de chocolate

Un blog de cocina debe tener la receta de las galletas con chispas, es un clásico. Sin embargo existen muchos “clásicos” que aun me faltan y este lo había olvidado; fue hasta hace unos días que estuve de visita en la Ciudad de México que me llegaron esas ganas locas de encontrar la receta perfecta y eso fue gracias a un negocio de repostería con el que me tope cuando caminaba por Polanco, el lugar es pequeño pero muy bien decorado para atraer mi atención; Mäcorina se llama.

¡Vaya descubrimiento!, tenían alrededor de 10 diferentes sabores de scones, algunas roscas y bizcochos de los que no supe el sabor porque no pregunte, pero había unas galletas con chispas que llamaron mi atención porque eran muy prolijas, altas y uniformes; decidí darles una oportunidad y estando aún escéptica le di la primer mordida; espectacular se queda corto.

Fue entonces cuando me dispuse a encontrar una receta de galletas con chispas cuyo resultado fuera como ese que acababa de maravillar mi paladar; tenía en cuenta que las recetas americanas se distinguen por su gran cantidad de azúcar, no es que sean malas o buenas pues hay gustos para todo, sin embargo sabía que no era lo que estaba buscando así que me fui a las bases, los franceses.

Me encontré con la receta de un gran repostero llamado Laurent Jeannin del que ya había escuchado y tenía muy buenas referencias asi que lei su receta con calma, el tambien estaba en la búsqueda de unas galletas como las que yo queria asi que se puso a experimentar y al leer un poco más de él me decidí a seguir su receta, de alguna manera me sentía parte de su equipo y el resultado fue un espectaculo por decirlo de alguna manera, vaya que los franceses se llevan las palmas de nueva cuenta.

Aquí la receta:

Ingredientes

  • 500 g de harina (4 tazas + 2 cdas.)
  • 170 g de azúcar glas (1 taza + 5 cdas.)
  • 170 g de azúcar moscabado (1 taza)
  • 125 g de mantequilla sin sal (1/2 + 2 cdas.)
  • 30 g de crema de cacahuate (2 cdas.)
  • 2 huevos
  • 1 cdita. de sal
  • 8 g de bicarbonato de sodio (1 1/4 cdita.)
  • 1 cdita. de vainilla
  • 220 g de chocolate semiamargo

Procedimiento

  1. Colocamos en el tazón de la batidora el azúcar glas, el azúcar moscabado y la mantequilla; batimos a velocidad media por 3 minutos para conseguir una mezcla cremosa.
  2. En un tazón aparte cernimos la harina junto con el bicarbonato.
  3. Integramos poco a poco la mezcla de harina con bicarbonato al resto de los ingredientes que tenemos en el tazón de la batidora, esta parte debe hacerse a velocidad baja solo hasta que le harina se integre cuidando no sobrebatir.
  4. Integramos a la masa 220 gramos de chocolate semiamargo troceado, puedes añadir chispas de chocolate pero me gusto más el resultado de los trozos grandes.
  5. Divide la mezcla en bolitas de 50 gramos, forma esperas y aplasta un poco, coloca en una charola dejando espacio entre cada galleta y lleva al horno precalentado a 170º C por 12 minutos nada más.
  6. Al salir del horno deja reposar en la charola por 5 minutos y luego transfiere a una rejilla enfriadora para que terminen de tomar consistencia al enfriarse.